¿Cómo funciona la música?

Este esquema basado en el modelo sobre la comunicación de Jakobson muestra cómo funciona la comunicación musical entre artista y consumidor y te ayudará a generar valor y sacarle ventaja a tus producciones musicales.

El productor musical debe ser consciente de todos los elementos que conforman a este sistema para procurar el éxito comercial del producto.

El artista como emisor cumple la función de transmitir información y busca la forma de codificar su mensaje a través de los signos que más se lo faciliten, esto es, ordena los sonidos y silencios de tal forma que le permiten plasmar sus ideas, emociones y valores en música para ser interpretados por un receptor.

El consumidor como receptor interpreta el mensaje y lo descodifica para encontrar el valor de la obra, si este porta algo que coincida con los intereses, ideales y emociones del escucha podrá responder con una identificación y tener un sentido de deuda por el valor obtenido, esto hará que se convierta en un fanático.

Conocer el contexto del artista y el consumidor favorece comprender los gustos, necesidades e intereses de cada parte para sacar el mejor provecho al producir una canción y lograr un impacto con ella.

La música como un código, son signos que el emisor y el receptor pueden identificar e interpretar, es un medio para expresar las ideas del autor y que estimula las emociones del oyente a través de un formato artístico que busca un sentido de comunidad, pertenencia y supervivencia.

El elemento más importante para generar una conexión con el espectador es el mensaje, este le da valor a la obra y crea empatía e identificación, tiene que ver con los ideales, intenciones, creencias y propósito del autor, además, facilita construir un nicho auténtico de fans. El valor del mensaje propicia la conexión mutua en busca de una representación personal y colectiva.